martes, 16 de agosto de 2011

La isla sin nombre





Erase una vez ...

una isla sin nombre, la cual nadie sabia donde se situaba, el aspecto que tenia y tampoco el nombre que tenia ... Asi que cuando alguien se aventuraba a hablar de ella la nombraba, en voz baja, La isla sin nombre ... 

Los que hablaban de ella bajaban la voz, retenían el soplo, no querían que el viento siquiera transportase sus palabras, pues necesitaban que la existencia de aquella siguiera siendo misteriosa. Abrían la boca, miraban alrededor antes de hablar, para estar seguros de que nadie mas les pudiese oír. Solo unos pocos sabían de ella...

Algunos dicen que esta Isla estaba rodeada de sirenas, y que sus cantos se oían estando en la orilla del mar las noches de luna llena. Otros que tenia arenas movedizas, y otros que era el refugio de todas las personas famosas que se habían querido dar por desaparecidas ...

En realidad, mas que leyenda, era casi una maldición, pues quien supiese de su existencia querría viajar hasta ella, y que de los malaventurados en busca de aventuras que se atrevían, pocos volvían a sus casas, y los que volvían ya no se acordaban de nada ... No solo no se acordaban de lo que habían visto allí y permanecían como atrapados en un sueño sin saber volver a la realidad, sino que también se olvidaban de sus nombres ... Y como ya no sabían como se llamaban nadie les podía indicar su camino, ni quienes eran sus familiares y amigos, y como habían perdido la memoria ni ellos mismos podían pedir indicaciones ... Así que estos aventureros malaventurados se quedaban perdidos para siempre, sin saber a donde ir ni saber lo que buscan ...

Pero entonces ... entonces ¿por qué iban a La isla sin nombre ? Porque mientras escuchaban las leyendas y relatos de esta, el viento que es muy astuto y juguetón, les susurraba al mismo tiempo por la otra oreja, muy bajito, el nombre de la isla misteriosa ...

Aun hoy, a veces cuando miro algún paseante soñador que tiene cara de ausente me digo que seguramente se ha dado un paseo por La isla sin nombre.

Mademoizelle V.




4 comentarios:

  1. Interesante esta primera historia; espero que no sea más que la punta de un iceberg de cuentos y leyendas que, hartos de estar retenidos en el baúl, han decidido romper la cerradura. Quedo en espera de su próxima historia, Mademoizelle.

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  2. ... y el malaventurado agradecía a la isla la posibilidad del olvido, porque el olvido alivia la memoria de malos recuerdos que son la causa de la malaventura...

    Gracias Mademoizelle por hacernos partícipes de sus relatos.

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  3. Q buen descrubrimiento gracias al Vizconde... me gustan tus relatos, no dejes de escribir! los tres estan muy bien!

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  4. estoy volviendo a poner en marcha mi cerebro y mi imaginacion ... a ver si mis dedos se deciden a tipear sobre el teclado ... ;-)

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