jueves, 21 de agosto de 2014

El rosal y el amor





Una vez tuve un rosal. Me lo regalo alguien que me importaba. Me pareció tan bello que lo puse en la ventana y con el sol se volvió aun mas radiante. Pero en aquel entonces vivía en un bajo y un dia alguien se lo llevo: nunca mas supe de él.

Otra vez me regalaron otro rosal, casi idéntico a aquel que me robaron. Para asegurarme de que no me ocurriera lo mismo, lo encerré en la habitación del fondo. Allí no había luz. El rosal se seco en tres días. Aun guardo sus flores carbonizadas entre las paginas de un libro para que nadie pueda acusarme de asesinato. Todavía intento explicarme qué fue lo que ocurrió.


Historia compartida en este blog por un generoso Anónimo.


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